jueves, 17 de mayo de 2018

Querida amiga VIP:

Esta vez te toca ver un lado que tal vez nunca imaginaste que vive en mí: el lado cursi. ¡Ja! La verdad es que la mayoría de la gente piensa que soy una persona de corazón frío y pues, la verdad es que sí. No me considero una persona tierna o dulce, pero algo que me gusta mucho es escribir, y cuando lo hago me salen las cosas con mucha miel. Prepárate…

Es curioso, ¿no crees? Todo lo que nos da la vida es simplemente curioso. 

Es curioso tenerte a mi lado cuando nunca me imaginé encontrarme con una persona tan grandiosa como tú en el camino. ¿Recuerdas aquel día en el que intercambiamos números de télefono sin siquiera saber nuestros nombres? Pues bien, debes saber que siempre te estaré agradecida por ese momento. Porque luego de pasar una de las peores semanas de la vida, con ganas de mandar todo al carajo y sin grandes motivos para sonreír, tú entraste en mi rutina; tarde como siempre, pero en el momento justo.

¡Y no tienes idea de cuánto agradezco que continues en ella! 

Es muy curioso cómo es que, sin importar lo que suceda, nunca pierdes tu gran actitud ante la vida ni tus ganas de cantar “¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!” por las calles. Esas pequeñas grandes cosas son parte de lo que te hace la persona tan increíble que eres. 

¡Sigue y canta con todas tu fuerzas! ¡Nunca te dejes amargar!

Es mucho más curioso cómo estar contigo es algo tan cómodo y lindo. Podemos decir demasiado o no decir nada cuando estamos juntas, pero sólo tenerte ahí hace que la situación sea algo especial. Eres algo así como un refugio… Alguien con quien puedes estar y ya. 

¡Eres calidez y punto!

Algo mucho muy curioso es tu ser. Sí, tú eres lo más curioso en todo esto...

Eres alguien que siempre se muestra fuerte, pero que cuando se rompe no teme demostrarlo. Eres quien sostiene a más de una persona sin importar la estabilidad de tus cimientos. Eres esa persona que siempre busca una manera de ayudar sin pedir nada a cambio. Eres aquella mujer que brinda su amistad de lleno, como va, ¡al chile!

¡Eres tú y ya! ¡Contigo es más que suficiente!

Eres lo más curioso porque eres todo un misterio que no hace falta resolver para querer.

Y yo... Solamente espero que sepas lo mucho que vales. 

Espero sientas las ganas que este mundo tiene de conocerte y escucharte. Espero que nunca dejes de ser ambiciosa, porque sé que todo lo que quieras, llegará a ti. Espero no te limites jamás. Espero que sigas siendo tú, y que dentro de 50 años seas más tú y haya más de ti en esta tierra. Espero… Yo sólo espero que tu curioso ser siga curioseando en mi distraída vida.

Te espera con un viaje agendado,

Una chica torpe.

viernes, 29 de mayo de 2015

Querido George:


(Sí, ya sé que no te llamas George. Sólo continúa leyendo y entenderás.)

Creo que nunca te había mostrado algo escrito por mí, así que por favor ten en mente que este texto seguramente te tomará por sorpresa y probablemente te resultará cursi. Debes saber también que he intentado escribirte desde hace tiempo pero las palabras no habían querido salir hasta hoy, siento haberme tardado tanto en dedicarte unos cuantos párrafos. En fin...

Hace unas semanas recibí un mensaje de una persona que yo consideraba mi mejor amigo. Me puse a pensar en todo aquello que esa persona conocía de mí, estuve pensando en qué tanto valoraba mi compañía y qué tantos secretos había guardado sobre mi vida; la verdad es que después de tanto pensar lo único que terminé haciendo fue ponerme a llorar. No lloré por los recuerdos ni el dolor al ver a esa persona en mi mente, la verdad es que derramé lágrimas porque me di cuenta que los mejores amigos nunca son aquellos a los que les das el título.

Esa persona seguro sabe el nombre de mi banda favorita, también puede decir en donde vivo y sabe cuando lloro. Pero igual sé que esa persona no tiene idea de porque mi banda favorita es una de las mejores cosas que he tenido la fortuna de conocer, tampoco conoce mi casa porque nunca ha estado ahí y he de decir que nunca me ha visto llorar. 

Entiende por favor que no estoy comparando, ni busco "superar" la pérdida de un amigo diciendo lo bueno que eres. Simplemente quiero reconocer el gran don que tienes para escucharme, la paciencia con la que cuentas que te ha permitido soportar mis errores, tu calidad de alma que no me deja olvidar mis sueños y tu grandeza que no se olvida de aceptar el raro y cansado paquete que soy yo. Para ti no peso 70 u 80 kilos, no tengo cuatro ojos ni muchos menos soy un color de piel, para ti soy una persona que tiene metas y cualidades. 

Con este corto vocabulario y gran espacio para escribir, sencillamente quiero que sepas que eres una de las personas más importantes que se ha atrevido a cruzar mi camino y conocerme. Eres un gran ser humano, el tipo de chico que cualquiera quisiera merecer, eres ese cálido abrazo que ha todos hace sentir bien; cada palabra y cada detalle que viene de ti es una bendición. 

Y no, aún después de todo este gran balbuceo no tengo el valor de llamarte mejor amigo. Y no porque no puedas serlo, más bien esto tiene que ver con mi fobia al fracaso o al error; el temor a decir que eres mi amigo no se debe a la historia, sino a la experiencia. Así que por eso te llamaré George. Porque simplemente eres el George de mi Izzie. Eres aquel que sabe cuando algo anda mal por la mera expresión de mi rostro, eres aquel con el que la química va más allá de un saludo cordial, eres aquel al cual no sólo le importa la historia del corazón roto sino que se preocupa por la reparación del mismo, y eres aquel con el que la vida no vale más que una hora de risas en el autobús. Y perdón, pero no explicaré más, para entender completamente la referencia necesitarás ver Grey's Anatomy (¡Ja!).

Finalmente quiero decirte que aunque no lo parezca, a pesar de que hace tiempo que no conversamos como solíamos hacerlo en aquellos trayectos de regreso a casa, en mi corazón siempre estás presente. Y no lo digo sólo porque quiero quedar bien o porque quiero pedirte un favor, lo hago porque eres una persona increíble y porque quiero hacerlo, eso es todo.

Con el corazón abierto,

Chapu.

domingo, 12 de abril de 2015

Querida compañera de aventuras:

Esto sonará cliché pero la verdad es que no tengo ni idea de cómo empezar esta carta más que de esta manera: ¡Cómo han pasado los años! Es verdad que el tiempo no pasa en vano, y no lo digo exactamente porque hoy sea tu cumpleaños y seguramente esto te hará sentir un poquito vieja; más bien lo hago pensando en todo lo que hemos compartido juntas.

¿Alguna vez te he dicho que los 15 fueron la mejor etapa de mi vida? Tengo tantos recuerdos sobre la escuela, las fiestas, los amores platónicos y no platónicos… Pero sobre todo, tengo muchas memorias sobre mis amigas. Amigas con las que compartí desde juegos hasta lágrimas. Sé que muchas de ellas hoy en día no están a mi lado por distintas razones, y sé que probablemente a muchas no las vuelva a ver en la vida. Sin embargo, me hace muy feliz el saber que tú eres una de las que llegó para quedarse.

¿Recuerdas? ¿Te acuerdas de todas las tardes de ensayo intentando seguirle el paso a ese lindo chico de ojos verdes? ¿Recuerdas los vestidos, el maquillaje y los nervios? ¿Te acuerdas de todas esas tardes tratando de grabar un video blog sin reírnos durante 30mins? ¿O la etapa de la ropa negra, el fleco largo y las cicatrices? ¿Y qué tal de la crisis de los 18? ¿Recuerdas esa presión por querer crecer?

Puedo seguir y seguir con las preguntas. No lo parece pero seis años han pasado, diferentes etapas de nuestras vidas, y aunque estemos relativamente lejos, siempre volvemos la una a la otra porque… Porque eso es la amistad ¿o no? Porque a pesar de todas las imperfecciones que tengamos sentimos esa necesidad de contarnos cosas y vivir experiencias. Tú has sido de las pocas personas que conozco que no sólo comparte conmigo las borracheras, sino que también se queda durante cruda. ¿Me entiendes no?

Y lo único que te quiero decir con esta extensa y aburrida carta es: GRACIAS. Gracias por escucharme decir lo que sea que tenga que decir, gracias por reírte conmigo de las estupideces más tontas, gracias por secar mis lágrimas cada que tengo el corazón roto, gracias por sentarte conmigo en la banqueta a llorar, gracias por leer todo lo que escribo, gracias por bailar y cantar junto a mí, gracias por compartirme la cerveza y el tequila, gracias por ser amiga de mis amigas, gracias por ser amiga de mi hermano, gracias por no dejarme sola cuando a mi madre se le ocurre hacer el ridículo, gracias por nunca olvidarte de mí, gracias por estar ahí cuando simplemente no soy yo, gracias por dejarme fotografiarte, gracias por hacerme burla por mi cabello de “Mi Pequeño Pony”, gracias por aceptarme, gracias por no juzgarme, gracias por aventurarte a conocerme, gracias por hacerme sentir como una verdadera amiga y sobre todo, muchas gracias por seguir siendo parte de mi vida.

Tal vez, si lees todas las cartas en este blog podrás ver que esta es diferente. Esta carta no la escribí con lágrimas en los ojos, ni con enojo en el corazón, la escribo con una sonrisa en el rostro... Porque pues, es para ti. 

En verdad no espero que nuestra amistad dure para siempre, porque ambas sabemos que eso no sucederá. El “para siempre” no existe. Pero nunca nada en verdad termina. Así que, espero que sigamos acumulando anécdotas a la lista, fotografías al álbum y sentimientos a las aventuras.

Desde mi rellenito corazón,

Tu patito.


P.D. Sí, soy bien cursi.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Querida hedmanita pidata:

No quiero ni hacer cálculos de cuanto tiempo tiene que elegiste esa frase para describir nuestra relación… ¡Wow! Cuantos años has estado a mi lado, cuantas aventuras hemos pasado juntas y cuantas tristezas hemos superado porque nos tenemos la una a la otra.

Sin miedo a nada, por este medio te digo una vez más que te amo con toda el alma. Claro que tenemos diferencia, claro que nos hemos peleado y por supuesto que a veces nos caemos mal por insignificancias. Nos reímos, nos juzgamos, nos burlamos e incluso nos insultamos. Y todo porque no podemos ser más que personas; humanos respirando el mismo aire. Pero con todo y eso aquí seguimos, listas para limpiar las lágrimas o salir a comer alitas.

A veces pienso en ti y sólo veo las cosas malas: los gestos, las palabras e incluso las amistades externas. Sabes bien que parte no me gusta de ti o quiénes en tu vida no me parecen adecuados (y sí. Hablo de amores y gustos personales), pero también sabes que con todas esas cosas lo único importante para mí es que tú eres auténtica conmigo. Y cuando se trata de hacer una lista siempre estoy en tus primeros números. Nunca me has dejado sola ni en segundo plano.

Sé muy bien que de tu parte deber ser algo parecido, sé que me quieres y te preocupas por mí. ¡Oh, claro que lo sé! ¿O ya no recuerdas que pensamos igual y hablamos raro? Así que por eso esta carta no es exactamente para decirte cuanto te aprecio o cuanto te agradezco lo que haces, porque bien sabemos todo eso (es de las cosas que nunca he temido decirte). Este texto es más bien para disculparme.

Te pido perdón por todas esas veces que he estado ausente. Sé que si pasamos demasiado tiempo juntas llega el punto en el que nos hartamos una de la otra, y sé que a veces cuando más me necesitas yo no estoy ahí por ese miedo. Pero también debes saber que el momento en el que mandes un mensaje con las letras “S.O.S.”, te llamaré.

También quiero pedirte una disculpa por decir aquello que no quieres escuchar, y al mismo tiempo advierto que lo seguiré haciendo. Sé que piensas que te criticaré o juzgaré y por eso te digo las cosas como van, sin embargo te afirmo que nunca lo he hecho. Cada persona es dueña de sí misma y a mi parecer ni siquiera juzgarte a ti mismo está permitido por el simple hecho de que somos humanos y no lo podemos saber todo. Y no te digo las cosas para herirte. Para mí la sinceridad es lo mejor de nuestra relación y aunque a veces te duela escuchar mis palabras, tienes que hacerlo. No soy Pepé Grillo pero Tanya Chapulín se le acerca o ¿no?


Y por último quiero pedirte perdón por todo lo que no te digo o no te dije. Muchas veces me he preguntado porque nunca he podido hablarte directamente de ese cariño que existe en mi corazón de piedra para aquel chico del cual ambas sabemos su nombre, y siempre me respondo lo mismo: no lo sé. Creo que tiene que ver con el hecho de que tú estuviste ahí todo el tiempo y por eso no es necesario dar detalles de lo que tú viste, y al mismo tiempo siento que mucho tiene que ver con el hecho de que ni siquiera yo tengo nombre para esa situación. Sé que no soy exactamente un libro abierto pero tampoco me considero una mente totalmente cerrada. Contigo hablo y confieso muchas cosas, sabes de mi familia, de mis “amigos” y hasta de mis mascotas, aunque claro está que hay muchas más que me guardo. No por miedo o desconfianza, sino porque muchas veces simplemente no estoy lista para hablar. Tú mejor que nadie sabe que pienso demasiado y al hacerlo creo que mi necesidad de hablar se desvanece un poco. Además, hasta ahora no me he llenado de sentimientos porque el escribir me ayuda a sacar las cosas.

Y bien, si leíste todo esto y aún sigues queriendo leer mis palabras… Debes saber que aunque el tiempo, la distancia o la vida algún día nos llegue a separar, siempre me sentiré en deuda contigo y mientras viva siempre tendré algo que escribir gracias a que tú eres parte de mi vida. Sólo contigo he vivido tantas cosas en tan pocos años.

Te quiere,

Tu hermana.

viernes, 17 de octubre de 2014

Querida amiga del alma:

Últimamente he estado pensando mucho en ti. A pesar de la distancia, las miles de ocupaciones, amistades y corazones rotos, quiero que sepas que te quiero miles de millones de veces más de lo que te quise el primer día. ¿Dónde habías estado toda mi vida?

Para ser sincera, eres la primera persona con la que pude abrir mi corazón completamente. Seguro recuerdas ese día en el que te envié un mensaje con lágrimas en los ojos exigiendo verte en ese momento; lo mejor de esa mala experiencia fue que comprobé que eres una excelente amiga. El tipo de amiga que cualquiera mataría por tener y nadie quisiera perder. En verdad no sabes como te agradezco el haber estado ahí para mí cuando más lo necesité.

Hasta hoy me doy cuenta de que no soy una persona tan abierta como muchos o pocos piensan. Normalmente soy mejor para escuchar que para hablar y sin duda los problemas personales se quedan dentro de mí, y tú fuiste la primera persona a la que le pude contar cada parte de mi asqueroso día sin sentir que te aturdía. Eres mucho mejor que yo en muchos aspectos y me has enseñado no sólo a tener confianza en mí misma sino a amarme. Me has demostrado que te importa y que no es tan fácil dejar de querer. Hemos conversado de mil cosas y mil más se nos han escapado entre risas. Tantos recuerdos y tan pocos momentos compartidos.

En verdad no tienes ni la más remota idea de cuanta falta me haces en esos días en los que no quiero ver a nadie. Esta amistad a distancia duele pero ayuda, porque sé que no te asfixio. Sé que al menos no soy causa de tu aburrimiento y que cuando la situación lo amerite estarás ahí. Sé que aunque tengamos diferencias, seguimos siendo la mejor combinación. Ambas somos nosotras cuando estamos juntas, no tenemos que fingir ni mucho menos temer a ser juzgadas.

Muchas gracias por ser parte de mi vida, por ser una de mis mejores amigas, por escucharme y siempre saber guardar silencio. Gracias por compartir tus sentimientos y pensamientos conmigo, por haber estado ahí cuando más te necesitaba y por no haberme dejado de querer aún cuando no todos eran felices sabiendo que éramos tan compatibles.

Te quiero muchísimo y espero que algún día nos sea posible hacer una llamada telefónica en la que ambas sonemos de lo más felices compartiendo esa dicha de haber cumplido nuestros sueños.

Espero verte pronto,


__________________________ (a ti te toca completar la firma <3)

viernes, 15 de agosto de 2014

Querida banda favorita:

¿Por donde empezar? Quizá puedo comenzar con un: Es la 1 a.m. y no puedo dormir porque no dejo de pensar en ustedes. No dejo de pensar en todos esos buenos momentos que me hicieron pasar, en todas esas sonrisas que me sacaron, en todas las palabras que alguna vez he escrito sobre ustedes y sobre todo en ese momento en el que me di cuenta que ustedes lo eran todo para mí.

Lo sé, es estúpido para mucha gente pensar que una banda en serio puede significar algo en la vida de una persona. Pero soy prueba viviente de que un grupo musical no sólo cambia tu humor por una linda canción; esa linda canción puede incluso cambiar tu perspectiva del mundo, puede transformar el rencor en experiencia y las lágrimas en sueños. Sé todo lo que una melodía con unas cuantas palabras pueden hacer por ti y también sé cuanto duele perder eso. Ustedes no sólo eran mi banda favorita, eran mucho más. Eran mis amigos, eran esas personas que siempre estaban ahí cuando todos se habían ido, eran aquellos chicos que me hacían ver lo mejor de mí cuando ni yo misma creía en mis sueños. Ustedes me enseñaron a nunca darme por vencida, a luchar por lo que quiero, me enseñaron a creer, a sufrir y disfrutar la vida al mismo tiempo… Fueron ustedes los que me hicieron darme cuenta de lo que quería de la vida a una corta edad, ustedes fueron para mí algo más que un simple gusto culposo o una niñería. En verdad creo que ustedes me ayudaban a ser mejor persona.

Y ahora todo es difícil, ¿saben? Es bastante difícil seguir pensando en ustedes como una banda. Es difícil ahora escuchar cualquiera de sus álbumes sin recordar esas palabras que rompieron mi corazón unos meses atrás. No los culpo. Su tiempo terminó. Decidieron que era lo mejor para ustedes y por supuesto no abandonaron sus sueños. Pero en serio me gustaría que supieran todo lo que siento porque para ustedes sin duda no fue un mal cambio (o al menos eso nos hacen creer al ver sus rostros un poco más ligeros en las cámaras), pero para mí siento que desde que ustedes no están todo se ha vuelto mucho más complicado e impredecible. Todo me da miedo y todo parece más gris.

Sé que mucho tiene que ver con el modo en el que YO decido ver la vida, pero por otro lado estoy convencida de que tiene mucho que ver con el hecho de que ustedes prometieron siempre estar ahí. Su música sigue en mi lista de reproducción y sus discos siguen esperando para ser tocados, pero juro que duele tanto que ni siquiera tengo la fuerza para intentar ver sus pasados conciertos una vez más. Les puedo asegurar que en el momento en el que vuelva a verlos juntos en el escenario mis lágrimas no dejaran de caer. Sé que me derrumbaré cuando lo vuelvan a hacer porque ya lo intenté una vez. Esa semana de incertidumbre y tristeza puse cada canción a sonar a todo volumen en mi auto esperando que dejara de doler en algún momento y sólo logré vaciar cinco o seis cajas de pañuelos desechables.

Ese día en que dijeron “adiós” sigue plasmado en mi cabeza y por más que lo quiero dejar atrás estoy segura que es una gran cicatriz que nunca desaparecerá porque simplemente ustedes fueron mi todo. Eran esa única cosa que siempre estaba bien en mi vida, eran esa única cosa en la que me podía concentrar todo el tiempo para tener un buen día… Eran esa fortaleza que me daba equilibrio.


Los sigo amando con todo el corazón y aunque todo duele tanto como el primer día quiero que sepan que sigo aquí. Sigo esperando por ese momento en el que pueda tener un poco de esa felicidad que ustedes solían traer a mi vida.

Muchas gracias por acompañarme por tantos años, muchas gracias por las amigas, las risas y los recuerdos. Muchas gracias por ser parte de mi vida. En serio espero verlos pronto y saber que puedo seguir adelante porque todo de alguna forma tiene que volver a estar bien ¿o no?

Los ama con todo el corazón, por siempre,

Una gran admiradora.